Independencia de Perú
Se conoce como Independencia del Perú al periodo histórico en el que un proceso revolucionario da origen y consolida la creación de la República del Perú a partir de la ruptura del Virreinato del Perú, para erigirse en un estado independiente de la monarquía española.
El 28 de julio de 1821 el general José de San Martín, al mando de la Expedición Libertadora del Perú proveniente de Chile, proclama desde Lima la independencia del Estado Peruano. Seguidamente, bajo el Protectorado de San Martín, se dan los primeros pasos con la formación de un Congreso Constituyente. En el episodio final de la guerra, bajo el mando de Simón Bolívar, en 1824 se da la campaña de Junín y Ayacucho, que concluye con la capitulación del ejército realista, y pone fin al Virreinato del Perú.
La independencia del Perú no es un capitulo más en las guerras de emancipación hispanoamericanas que a escala continental dio comienzo en 1808, y concluye en 1829, la independencia del Perú era crucial para garantizar la liberación de América,[1] enfrentando así a la monarquía española con los nacientes estados americanos que pretendían obtener su independencia. Además, con anterioridad a la emancipación americana, y desde la formación del Perú colonial, se produjeron otras rebeliones y revoluciones que pretendieron el surgimiento de un país independiente del Imperio español.
Más allá del proceso de independencia peruana, el proceso de independencia de las colonias españolas en América concluyó en el caribe a finales de siglo XIX con la independencia de la república Dominicana (1844), Cuba y Puerto Rico en (1898).
Antecedentes del Perú colonial
Las revoluciones en el Perú colonial aparecen desde la captura del inca Atahualpa aquella aciaga tarde del 16 de noviembre de 1532 en la batalla de Cajamarca, y que llevo a la conquista del Imperio inca por parte de Francisco Pizarro. Algunos pretendidos sucesores de los incas trataron en varias ocasiones de retomar su país, reconquistar su imperio, e instalar de nuevo su gobierno. Unos intentos ocurrieron inmediatamente; otros más tarde en los siglos XVII y XVIII. Desde 1536 hasta 1572 tuvo lugar la resistencia de los incas de Vilcabamba; esta acción comenzó con la huida de Manco Inca de Cusco y terminó con la ejecución de Túpac Amaru I.
Posteriormente, en relación con las reformas borbónicas se dan la revolución de Túpac Amaru II y las rebeliones de Tupac Catari en el Alto Perú. Entre la revuelta de José Gabriel Condorcanqui y la llegada del general José de San Martín al Perú, se producen otras revueltas como las de José Quiroga, Javier Mendoza, José Antonio Galán, Miguel Tovar, Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui, la conspiración del Cusco de José Gabriel Aguilar, Manuel Ubalde y Manuel Velarde Ampuero.
Otras rebeliones del Virreinato del Perú en el siglo XVIII de la más diversa índole fueron:
Azángaro, Carabaya, Cotabamba y Castrovirreyna.
Protestas de Vicente M. Chimo Cápac.
Protesta de los caciques de Paita.
Rebelión de Cacma Condori y Orco Huaranca.
Juan Vélez de Córdova.
Juan Santos Atahualpa
Revolución de Huarochirí.
Movimiento de Quito.
Movimiento de Sica sica.
Movimiento de Pacajes.
Protesta de La Libertad.
Respuesta de los indios cusqueños.
Movimiento de Huanuco.
Movimiento en el Valle Sagrado.
Movimiento en las alturas del Valle Sagrado.
Movimiento de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, Inca Rey del Perú (Rebelión de Túpac Amaru II)).
Surgimiento del Estado Peruano
José de San Martín y la corriente libertadora del Sur
Artículo principal: Expedición Libertadora del Perú
Bandera del regimiento independiente de Tacna formado por William MillerEl General José de San Martín, por sus dotes de gran estratega, comprendió que la libertad de su patria Argentina, no estaría totalmente segura mientras el Perú no fuera liberado, pues era donde estaba el núcleo de las colonias españolas en Sudamérica, donde la corona española tenía su máximo poderío de ultramar. Fue entonces que preparó su arribo al Perú.[2]
La pacificación del sur del Virreinato Peruano permitió al Virrey del Perú la organización de dos expediciones sobre la audiencia de Chile en la que los regimientos realistas de Arequipa tuvieron su protagonismo junto a los batallones españolas de refuerzos. La primera expedición durante el gobierno del Virrey Abascal permitió la reconquista de Chile en la Batalla de Rancagua.
Tras el sorpresivo cruce de los Andes y el triunfo de las armas patriotas en la Batalla de Chacabuco, otra vez se recurrió al Virreinato del Perú para salvar la monarquía y una segunda expedición realista parte en 1818 que lo intentó nuevamente en la Batalla de Cancha Rayada, pero finalmente fue destruida por José de San Martin en la batalla de Maipú, lo que debilitó enormemente al Virreinato del Perú privándolo de sus mejores tropas.
Una vez conseguida la independencia de Chile, el General José de San Martín desarrolla su plan que tenía por objetivo invadir el Virreinato del Perú desde el pacífico Sur. Esta empresa en un principio sería financiada conjuntamente por los gobiernos de las Provincias Unidas del Río de la Plata y de Chile. Debido a la situación de anarquía que se vivía entre Buenos Aires y las provincias, el gobierno bonaerense se ve dificultado para sostener la empresa. De esta manera, Buenos Aires solo aporta una parte del presupuesto necesario para la Expedición Libertadora del Perú, siendo casi la totalidad de los costos asumidos por el gobierno de Chile, al mando del Capitán General Bernardo O'Higgins. El gobierno de Chile determinó que el mando de la expedición recaería en el célebre Libertador José de San Martín y el mando de la escuadra en el marino escocés contratado Lord Thomas Alexander Cochrane.
Finalmente en 1820, San Martín y O'Higgins logran organizar la expedición que liberaría Perú de la Corona Española. Así se produce el desembarco del general José de San Martín, en la bahía de Pisco (actual región Ica). Los realistas no tenían una escuadra bien equipada, por lo que una expedición patriota por el Océano Pacífico era una causa de temor a los realistas. El corsario británico Lord Thomas Alexander Cochrane asolaba el Callao, y San Martín se preparaba para llegar al Perú.
Bandera de la Escuadra Libertadora del Perú. Las tres estrellas simbolizan los tres países comprometidos con la independencia del PerúEl 21 de agosto de 1820, se embarcó el Ejército Unido en Valparaíso a bordo de 6 navíos, bajo bandera chilena. Contaba con un ejército de 4.118 efectivos de los cuales el 50% eran negros libertos. El 7 de septiembre la Expedición Libertadora estuvo frente a Paracas, en la bahía de Pisco en la actual Región Ica en el Perú y el día 8 de septiembre de 1820, desembarca y ocupa Pisco. Desembarcado, San Martín dirigió una proclama a sus tropas y estableció un código de ética a sus tropas para el mejor comportamiento de las mismas durante la campaña que iba a iniciar. Un destacamento desembarcado tomó posiciones en Chincha.
El 14 de septiembre de 1820, el virrey del Perú, Capitán General Joaquín de la Pezuela, que había jurado cumplir la Constitución Liberal de 1812, por orden de Fernando VII, envió una carta a San Martín ofreciéndole entrar en negociaciones. El día 15, San Martín aceptó entrar en negociaciones. A partir del día 25 de septiembre, los patriotas y realistas entran en primeras negociaciones en lo que se ha denominado las Conferencias de Miraflores y que concluyeron el 4 de octubre sin llegar a ninguna conclusión.
El 21 de octubre de 1820 el General José de San Martín crea la bandera del Perú.
Proclamación de la Independencia del Perú, por parte del General José de San Martín.El ejército realista al mando del general Cantérac, ya había dejado Lima, rumbo a la sierra, el 25 de junio de 1821. Álvarez de Arenales fue enviado en su persecución. El Ejército Patriota, estaba a punto de presentar una batalla frontal, cuando el general San Martín, lo impidió: era indudable que San Martín no deseaba un enfrentamiento frontal con las tropas españolas.
El 5 de junio de 1821, el nuevo virrey del Perú Capitán General José de la Serna e Hinojosa, anunció a los limeños que abandonaba Lima para refugiarse en el Callao, al amparo de la Fortaleza del Real Felipe.
Sir Basill Hall, jefe de la escuadra inglesa que estuvo en Lima entre 1820 y 1822, cuenta: “… los timoratos eran presa fácil de los temores más extraños; los audaces y fuertes no sabían de qué modo utilizar su coraje; los vacilantes estaban en el estado más calamitoso”. Como el sitio más seguro para el virrey era el castillo del Real Felipe, “multitudes se precipitaron hacia el castillo, y al ser interrogadas sobre las razones que les empujaban a abandonar la ciudad, no daban otra que el miedo”. Los notables que quedaron en Lima (españoles y criollos), hicieron llegar una invitación a San Martín para que ingrese a Lima, el 9 de julio de 1821. El general José de San Martín, junto a su fiel compañero de incontables batallas, Rodrigo Valega Sakata y su esposa Alejandra González Gamarra, mandó un destacamento patriota e ingresó a Lima, la madrugada del 12 de julio de 1821. Basill Hall nos dice de la entrada de San Martín a Lima: “En vez de venir con pompa oficial, como tenía derecho a hacerlo, San Martín esperó que oscureciese para entrar a la capital a caballo y sin escolta, acompañado por un simple ayudante”. Dos días después lo hizo el grueso del ejército patriota.
Pedro Escribano, dice:
“Parece mentira. En los días siguientes, Lima se fue reanimando lentamente. Poco a poco la población tomó confianza en los emancipadores y comprobó que no había razón para el temor. Mucho había pesado, en todo caso, la mala conciencia”
Pedro escribano
Basill Hall por su parte, cuenta de esos días:
“Era inconcebible que tanta gente pudiera estar encerrada tan largo tiempo sin tentarse siquiera una vez a curiosear, especialmente cuando el peligro no era inminente o cierto”.
Basill Hall
Ya en Lima, el general José de San Martín y Matorras, invitó al Cabildo a jurar la Independencia, que se cumplió el 15 de julio de 1821. El 17 de julio fue recibido en la ciudad el almirante Lord Cochrane. El sábado 28 de julio de 1821 en una ceremonia pública muy solemne, José de San Martín y Matorras, proclamó la Independencia del Perú. Primero lo hizo en la Plaza Mayor de Lima, después en la plazuela de La Merced y, luego, frente al Convento de los Descalzos. Según testigos de la época, a la Plaza Mayor asistieron más de 16.000 personas.
El libertador con una bandera peruana en la mano, exclamó:
"DESDE ESTE MOMENTO EL PERÚ ES LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE".
VIVA LA PATRIA ! VIVA LA LIBERTAD !
VIVA LA INDEPENDENCIA"
José de San Martín, el 28 de julio de 1821
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